Esta ciudad del extremo este de Australia ofrece playas de surf, bosques tropicales, gastronomía regional y retiros new-age.
Uno de los momentos inolvidables de Byron Bay son sus atardeceres, con el sol bañando un mar inmenso que se transforma paulatinamente cambiando del azul intenso del día al negro de la noche, pasando por unos increíbles tonos dorados que hacen de la puesta de sol algo mágico.
Son muchas las estampas que dejan huella en el viajero, ballenas jorobadas recorriendo el cabo; arco iris sobre las montañas de la bahía, impresionantes playas para practicar surf, faros legendarios, bosques selváticos y una variopinta mezcla de gentes. Hay mucho que hacer, como las clases de ejercicio y relajación en la playa al amanecer, disfrutar de un masaje, tratamientos con barro en los retiros del interior y degustar exquisitos platos autóctonos Australianos.
Aprendiendo a disfrutar del mar
Las olas han sido un excelente reclamo para los amantes del surf y los deportes acuáticos, que han acudido a las playas de Wategos y Main Beach durante años.Tienes la posibilidad de hacer rutas en kayak con delfines jugando a tu alrededor en la playa de Main Beach, puedes practicar submarinismo en el Parque Marino de Julian Rocks.
O si eres menos activo pescar en la playa de Seven Mile Beach, cerca del cabo Lennox. Otro plan es la ruta de Cape Byron Walking Track mientras disfrutas de los rosas de un impresionante amanecer, o los dorados y azules del atardecer mientras llegas al faro de cabo Byron.
Saboreando los colores
Hay una afición muy marcada a los mercados mensuales Byron Bay Community Markets, donde, a parte de la variedad de artículos disfrutarás de malabaristas, mimos y músicos que aportan un toque de color al entorno. No puedes pasar por uno de estos mercados sin pararte a probar los coloridos aguacates o las famosas nueces de Macadamia.
En el festival Taste of Byron, celebrado en septiembre, puede degustar platos típicos, cocinados por los mejores chef de la zona, a parte de su famoso café australiano. Puedes saborear infinidad de colores con sus variedades de zumos tropicales, los restaurantes locales se han especializado, en muchos casos, en elaborar platos de marisco y pescado con los que disfrutaras del sabor del mar que baña las costas australianas.
Las vacaciones en Australia no deberían terminarse, es un continente tan lleno de sabor y color que no puedes evitar el sentimiento de tristeza al entrar en el avión de vuelta a casa, pero no hay de que preocuparse, seguirá allí para cuando podamos volver. Si de una cosa podemos estar seguros es de que a Australia no se va sólo una vez, el que prueba repite.