Te llevamos de paseo para descubrir sus maravillas.
El Mausoleo de Lenin
Cuando Vladimir Lenin murió en 1924, casi un millón de personas vinieron a la Plaza Roja a rendirle homenaje. Hoy todavía es posible presentar nuestros respetos al padre de la Revolución en su mausoleo, que está vigilado por soldados las 24 horas del día. Aunque visitar el cuerpo embalsamado de Lenin puede ser una experiencia algo apresurada –los soldados rusos pueden ser muy impacientes- ver su momia es una de las experiencias más raras e increíbles de Moscú.
El Kremlin
Ocultos detrás de los famosos muros de ladrillo rojo de 18 metros del Kremlin están algunos de los objetos históricos más importantes de Moscú. Incluyendo a cuatro catedrales el Kremlin cuenta con un Museo militar, otro de diamantes y la Gran Torre del Campanario de Iván el Grande. Como el centro del poder político en Rusia, el Kremlin tiene leyes muy estrictas así que no te alejes del itinerario marcado y sigue las indicaciones de los soldados o les enojarás.
La Catedral de San Basilio
Encargada por Iván el Terrible, la Catedral de San Basilio es una de las imágenes más icónicas de Moscú. Construida en el siglo XVI, la catedral está en el lado occidental del triángulo del Kremlin y sobresale por encima de la Plaza Roja con su explosión de color. En su interior, la catedral tiene muros decorados ricamente, frescos, pinturas y muchos objetos religiosos.
Bunker 42
Oculto a 65 metros bajo las calles de Moscú está el bunker nuclear Tagansky (Bunker 42).
Construido durante los años ’50 bajo las órdenes de Stalin, el bunker tenía por objetivo ofrecer refugio a las personalidades del Kremlin y a sus familias. Los guías de los tours van disfrazados de agentes del KGB y explican lo que habría pasado en la Unión Soviética si hubiera habido un ataque nuclear. Incluso hay la posibilidad de probar el equipo de supervivencia nuclear y los uniformes del KGB. Museo de la Cosmonáutica
Situado a los pies del Monumento a los Conquistadores del Espacio, el Museo de la Cosmonáutica muestra la historia rusa de la exploración del espacio. Completo con una réplica del primer satélite, trajes espaciales originales y otras herramientas usadas para entrenar a Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio el museo es una fascinante representación del papel que jugó Rusia en la carrera espacial.
El Museo del Vodka
Lo puedes amar u odiar, pero el vodka tiene una historia fascinante y mientras Rusia y Polonia siguen peleándose por ver quien lo inventó, Rusia lo ha convertido en su emblema desde el siglo XIX. El museo explora la historia del vodka y pone un énfasis especial en la revolución de 1917 y la II Guerra Mundial. La mejor parte del museo, es la que te permite probar varios tipos de vodka en el restaurante. Teniendo esto en cuenta quizás sería bueno ir con el estómago lleno.
El Museo Pushkin de Bellas Artes
Con pinturas y esculturas excelentes desde la Historia Antigua, el Museo Pushkin de Bellas Artes hará las delicias de los amantes del arte.
El museo varía a menudo su colección permanente para exhibir la gran cantidad de piezas de calidad de su fondo. Algunas de las que destacamos son obras de arte “rescatadas” de Berlín al final de la II Guerra Mundial y una selección de arte impresionista francés muy destacada.
El Museo Estatal de Historia
El Museo Estatal de Historia de Moscú es el espectacular edificio que está a la derecha cuando atraviesas la Puerta de la Resurrección para entrar en la Plaza Roja. Presentando la Historia Rusa desde el periodo Paleolítico hasta la actualidad, los objetos del museo se presentan con mucha información y son muy variados. Aunque a veces puede parecer demasiado ambicioso, el Museo es una introducción a la cultura y la historia rusa ideal.
El Metro de Moscú
En 1933 el Partido Comunista de Stalin aprobó planes para construir un metro bajo las calles de Moscú con una longitud total de 78 kilómetros. A los artistas que tenían participaron se les instruyó que debían diseñar un metro que “evocara un futuro radiante”. Y el metro de Moscú es tan espectacular en su arquitectura y detalles artísticos que se tiene que ver. Cada estación tiene su propio estilo y entre las favoritas de la mayoría están las estaciones de Komsomolskaya y Slavyansky Bulvar.
El Teatro Bolshoi
El Bolshoi es el teatro nacional de Rusia y uno de los más importantes del mundo. Incluso para los que no sean grandes amantes del ballet, el teatro o la ópera, la atmósfera única del Bolshoi garantiza que todo el público quede cautivado. Aunque sea tentador reservar entradas para el Teatro Bolshoi por internet, es más barato ir directamente a las taquillas en Moscú. Pero hay que ser rápido, porque se agotan.