Estudiar en Malta si es posible!
Ir sin brújula por un mercado vietnamita, por una callejuela del Trastereve romano o por el barrio de los cristianos coptos de Egipto nos enseñará en unas horas más de lo que podamos aprender en varios meses.
Después de contaos cómo fue el concierto que la MTV celebró este verano en la isla de Malta, el Isle of MTV, y cuales son las mejores opciones para ahorrar a la hora de preparar vuestras vacaciones en el archipiélago maltés, os voy a contar alguno de los rincones que no podéis dejar de experimentar en la isla de Malta y por los que es recomendable perderse.
ESTUDIAR Y TRABAJAR EN MALTA
#1 Costa de Malta
La cantidad de fortificaciones a pie de costa, sumado a las piscinas naturales construidas en la roca hará que caminar por el paseo marítimo, montar en una de las típicas barcas de la isla o bañarte en las azules aguas de Malta sea todo un lujo.
Y es que el paisaje de la costa maltesa y sus ciudades es único: baluartes medievales que se extienden hasta primera linea de costa y justo al finalizar, familias bañándose en alguno de los accesos excavados en la roca. Todo teñido por el amarillo de las calizas utilizadas en la mayoría de construcciones de la isla. Desde allí se puede ver como despuntan las cúpulas y torreones de iglesias sobre las casas bajas en un país donde afortunadamente parece que los rascacielos son una rareza.
#2 Blue Grotto
Una experiencia que dura unos 45 minutos pero que se pasa como si fueran apenas 45 segundos. En el suroeste de la isla de Malta encontramos un sistema de cuevas llamado Blue Grotto (Gruta Azul)
Se puede llegar hasta la zona a través de visitas concertadas que se pueden contratar en los hoteles, aunque también puedes hacer la visita por tu cuenta cogiendo la línea de bus 201. Eso sí te dejará en lo alto del acantilado y te tocará subir y bajar.
Una vez en la zona encontramos varios restaurantes y tiendas de recuerdos, también una pequeña zona de amarre donde comprar los tickets para nuestra excursión por las cuevas, el precio es de 7 ? por persona y en cada barca van 9 personas más el guía que nos irá explicando los detalles más interesantes de cada cueva.
Si la visita en barca te sabe a poco, en la zona también puedes darte un baño, hacer escalada o contratar unas clases de submarinismo. Si decides bañarte te recomendamos que te alejes un poco de la zona de embarque puesto que las barcas tienen el agua algo sucia en esa zona y saldrás con el cuerpo un poco 'aceitoso'.
#3 Jardines Upper Barakka
Durante años fueron los únicos jardines de la isla debido a la escasez de agua. Al principio sólo para caballeros templarios y más tarde para todo el público, no poseen una gran diversidad botánica ni son muy extensos, pero son un oasis para el visitante además de ofrecer las mejores vistas de toda la isla. Desde lo alto de estos jardines podemos disfrutar de un inmejorable panorama de las Tres Ciudades (Vittoriosa, Senglea y Cospicua)
Además de las maravillosas vistas estos jardines disponen de fuentes, bancos, kiosko con bebidas y baños públicos, lo que los convierten en un lugar muy frecuentado por malteses y turistas que se refugian del calor entre los arcos de los jardines y aprovechan aquí para descansar de las empinadas cuestas de Valletta antes de continuar la marcha por la capital.
Totalmente opuestas y de diferentes estilos. La de San Juan (la católica) más que un templo es un museo del barroco, una obra de arte en sí misma en continua restauración. Estricta en la vestimenta, con visitantes por los pasillos observando las obras de Caravaggio y escuchando las audio guías que te entregan al comprar la entrada. La poca luz que entra por las ventanas viste todo de dorado: paredes, columnas y techo, todo menos el suelo que está lleno de las lápidas de los caballeros templarios que levantaron la ciudad.
A otro lado de la ciudad, junto al mar la de San Pablo (la anglicana). En la puerta, un amable señor en vez de audio guía hace entrega de una fotocopia con la historia del templo que sirve para orientarse a los visitantes y que está disponible en varios idiomas. Nuestro anfitrión charla con el viajero y le sirve para resolver cualquier duda o simplement entablar una interesante charla.
Al entrar disfrutamos de una clase de piano junto al altar, algo que es habitual, por lo que nos contaron. Muchas luz, columnas muy altas y pocos imágenes, algo muy diferente a la catedral de San Juan.
#5 Callejea
No salirnos de la ruta marcada en un viaje muchas veces hace que nos perdamos lo más auténtico de un lugar. Hay que estar tranquilos, Malta es un país muy seguro y podemos salirnos de las rutas típicas de los turistas sin miedo. Por ello os animo a que dejéis de un lado las calles de Mdina, Birgu o Valleta por donde están marcadas todas las rutas turísticas y os aventuréis a conocer otros rincones que seguramente tengan igual o más encanto. Conoce más de los cursos de inglés en Malta